Recuerdos que perduran

Caminando por el almacén y observando las marcas de material eléctrico me detuve y me pregunté ¿Cómo llegaron tantas marcas y cual es su historia?

Empecé a recordar cuando a mediados de 1960 Don Ma se decidió a abrir un local para vender sus productos.

Realmente era un lugar muy pequeño, no cabían dos personas al mismo tiempo, tenía un solo anaquel donde colocaba las cajas de material, algunas llenas y otras vacías cuyo único propósito era el de dar la apariencia de contar con todo tipo de material.

Con el paso del tiempo me di cuenta de la importancia de las marcas y que no llegan por si solas, se necesita la magia de los "vendedores", que en ese entonces eran el contacto entre las grandes marcas y los pequeños o grandes distribuidores, y eran estos personajes quienes muchas veces se convertían en parte de tu vida y eran respetados casi como un familiar.

Recuerdo muy bien el primer proveedor que tuvo Don Ma, el Señor Rubén Illescas, un hombre realmente estupendo y lo recuerdo porque Don Ma también fue su primer cliente.

Con el paso del tiempo fueron llegando nuevas marcas representadas dignamente por aquellos grandes amigos que se volvieron parte de nosotros. Recuerdo especialmente un momento que se quedó grabado en mi, cuando un proveedor pasó a cobrar a Don Ma pero por alguna razón no tenía el pago completo; el proveedor en vez de molestarse, le comentó que al regresar a su empresa, le diría a su jefe que se le hizo tarde y no pudo pasar a cobrar el pago, con esta acción se llevó tremenda reprimenda pero le dio a su amigo, Don Ma, un poco de tiempo para conseguir el pago, ese era el espíritu de aquellos grandes personajes que apreciaban el valor de lo que haces.

En verdad el que da siempre recibe y muchos de ellos crecieron junto a nosotros y fueron muy exitosos tanto en los negocios como en su vida.

Muchos de esos vendedores, que llevaron la bandera de esas marcas dignamente durante su época ya no están con nosotros pero su espíritu esta en cada lugar de nuestra empresa, porque en realidad nadie olvida y siempre regresa con un buen vendedor.